Jornada de la vida consagrada
La Jornada de la Vida Consagrada nos invita a “agradecer al Señor por el gran don de la vida consagrada que enriquece y alegra a la Iglesia con la multiplicidad de sus carismas y con la dedicación de tantas vidas completamente entregadas al Señor y a los demás” (Juan Pablo II).
Tenemos la oportunidad de encontrarnos con el Hermano Jacques-Vincent, del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Inspirados por la vida y el proyecto de Juan Bautista de La Salle, santo patrono de los educadores, estos religiosos se consagran al s
ervicio de los jóvenes, especialmente de los más pobres, a través de diferentes roles dentro de la educación. La precariedad puede ser de orden material, pero también intelectual o espiritu
al.
Hay una inmensidad de perfiles entre los jóvenes. “Existimos para vivir entre ellos mientras los evangelizamos”. Como sucede en una familia, los momentos festivos se alternan con circunstancias difíciles. Los Hermanos comparten la liturgia y oran en comunidad. Juan Bautista de La Salle asociaba la acción educativa a la vida de oración mediante la imagen de la escala de Jacob: los religiosos, en calidad de mensajeros, deben constantemente ir y venir “entre el cielo y la tierra, entre Dios y los jóvenes”.
El Hermano Jacques-Vincent entró al noviciado a la edad de 25 años y recuerda con gran alegría las misiones que ha desempeñado en Israel y Egipto. De hecho, el Instituto está presente en 78 países. Fue en el ejército donde tomó consciencia de la pobreza que reinaba en la educación. Esta realidad resonó dentro de él “como una provocación”. La Hermana Emmanuelle, que él conocía, afirmaba que para dar algo a los pobres, había que ser rico. La riqueza, según el Hermano, consiste en la calidad de nuestra relación con los demás. “Para mí, esto es muy importante. Pero se trata de una relación libre que no encierra al otro en una campana de cristal”. Ver a Jesús en el prójimo resuena como un leitmotiv en las palabras del Hermano Jacques-Vincent. Y en este caso, el prójimo es el joven.
