EL GTM DE LA SALLE-URL PARTICIPA EN UN ESTUDIO SOBRE EL DESARROLLO FACIAL EN EL SÍNDROME DE DOWN

En el nuevo estudio, los investigadores analizarán el efecto de los suplementos del té verde sobre el desarrollo facial en el síndrome de Down. En la parte experimental, se analizaron los efectos de los suplementos de EGCG en dosis diferentes sobre ratones que eran modelo del síndrome de Down. En una segunda parte, se realizó un estudio de tipo observacional sobre niños y niñas con síndrome de Down y se comparó con niños que no presenta este desorden genético (grupo control). El trabajo está liderado por el Centro de Regulación Genómica, el EMBL, la Universitat de Barcelona y la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), y es el resultado de una colaboración internacional en la que también participan equipos de la Universidad Central de Florida (Estados Unidos), La Salle Campus Barcelona – Universitat Ramon Llull y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), entre otras instituciones.

El estudio observacional con voluntarios se llevó a cabo en España y también incluyó participantes procedentes de América del Norte. Participaron 287 niños de entre 0 y 18 años, incluidos los niños y niñas con síndrome de Down que ingirieron (n = 13) o no (n = 63) un suplemento de EGCG en condiciones de autoconsumo y sin seguir un protocolo prescrito.

“Todos los participantes en el estudio fueron fotografiados desde varios ángulos para crear un modelo 3D de sus caras”, explica Neus Martínez-Abadías, profesora de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona y coautora principal del estudio. “Para comparar los rasgos faciales de los participantes, se utilizaron 21 marcadores antropométricos y el análisis de distancias faciales. En el grupo de menor edad —entre cero y tres años— observamos que cuando comparábamos niños con síndrome de Down que no nunca habían recibido tratamiento con niños que no padecen esta trisomía, el 57% por ciento de las distancias de la cara eran significativamente diferentes. Cuando en la comparación considerábamos los niños que sí recibieron tratamiento con EGCG, esta diferencia fue mucho menor, sólo el 25%. Así pues, observamos que después de la suplementación con té verde, la dismorfología facial disminuye y los niños y niñas con o sin síndrome de Down se parecen más”.

“Nuestra participación ha consistido en implementar algoritmos para cuantificar las diferencias entre la forma de la cara de individuos sanos e individuos con síndrome de Down a partir de landmarks faciales”, explica Xavier Sevillano, investigador de La Salle-URL. “Además, dado el tamaño limitado de la muestra disponible, diseñamos un método de simulación para validar la significancia estadística de las diferencias observadas entre los dos grupos de individuos, dando el apoyo estadístico necesario a las conclusiones del estudio”, añade.

El trabajo se ha llevado a cabo con la cofinanciación de las fundaciones privadas BBVA, Marguerite-Marie Delacroix y la Fundación Jerome Lejeune, el apoyo institucional de CRG Centro de Excelencia Severo Ochoa, la Universidad Central de Florida y la Universidad Católica de Lovaina, así como recursos de financiación pública de la Asociación Americana de Antropólogos Físicos, la Fundación de Investigación Flandes y el anterior Ministerio de Economía y Competitividad del gobierno central.

Artículo de referencia:

Starbuck, JM.; Llambrich, S.; Gonzàlez, R.;  Albaigès, J.; Sarlé, A.;  Wouters, J.; González, A.; Sevillano, X.; Sharpe. J.; De La Torre, R.; Dierssen, M.;  Greetje Vande Velde, G.; Martínez‑Abadías, N. «Green tea extracts containing epigallocatechin-3-gallate modulate facial development in Down syndrome». Scientific Reports, febrer de 2021. Doi: 10.1038/s41598-021-83757-1

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